Junto a Francisco González Ledesma, Juan Madrid y Andreu Martín, y con Manuel Vázquez Montalbán en la memoria, Julián Ibáñez (Santander, 1940) es uno de los grandes veteranos de la novela negra española y un autor que ha seguido siempre una línea ascendente y continuada en la creación de espacios claustrofóbicos, personajes siempre en el filo de la navaja y crímenes marcados por la corrupción, la envidia y la mezquindad. Tras novelas memorables como “La triple dama”, “Mi nombre en Novoa” (donde da vida a su carismático personaje), “Entre trago y trago”, “Llámala Siboney”, “Tirar al vuelo” y “La miel y el cuchillo”, entre otras, llega ahora con el juego del giley como elemento conductor de una historia que se desarrolla en el brumoso paisaje de Puertollano, donde el policía Cobos se mueve en un espacio de juegos ilegales, macarras, borrachos y chulos, siempre con una mujer misteriosa en el horizonte, la corrupción como catalizador y el crimen como el final de la partida. Con el estilo ágil de un autor que domina los diálogos, el dibujo profundo y concreto de los personajes y la creación de ambientes agobiantes, violentos y equívocos, Julian Ibáñez sigue aportando al género lo que caracterizó sus primeras obras, ese realismo sombrío, ese paisaje urbano, ahora provinciano, y una tristeza casi metafísica de su protagonista, en la mejor línea de los grandes investigadores y detectives que ha dado el género, donde cada paso, cada palabra, cada mirada se convierten en algo definitivo y trascendente, más allá de las intrigas al uso. El giley, como juego de cartas donde el azar, pero también las reglas, conducen el devenir de la partida, le sirve a Julián Ibáñez para llevar a cabo otro magnífico retrato robot de una sociedad parada en el tiempo, pero donde las miserias humanas, las debilidades de hombre y mujeres, siguen latiendo desaforadamente. Una novela de excepción que reafirma la enorme madurez narrativa de un escritor que como Julián Ibáñez ha hecho del género negro español una literatura de indiscutible altura y calidad.