Como era de esperar, hubieron muchas personas que no trabajando el resto del año (lo que tiene vivir de rentas) acabaron por trabajar el día de huelga. No son sindicalistas propiamente dicho, no encontraremos sus nombres en las listas de afiliados, en cambio llegarán a sus manos agradecimientos por la faena hecha. SI os preguntáis que faena, pues la misma que realizan en Las Ramblas y Plaça Catalunya cuando el Barça consigue algún título, o cuando llegan las Fiestas de Gracia, o antaño en Cibeles con los títulos blancos.
Quemar contenedores, romper escaparates, pintarlos o llenarlos de mierda. Ese es el trabajo de algunos un día tan especial como el de ayer. Me gustaría que finalmente los detuvieran y pagaran sus penas por esa cantidad de leyes infringidas. De la misma manera que me gustaría que se obligara a todo el mundo a votar, pero eso, no está tan bien visto.