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Mi primer recuerdo de JAS

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Posted 22 abr 2010 — by Jordi Motlló Borrella
Category Deporte, Juegos Olímpios

Era el 17 de Octubre de 1986, estaba en casa después de llegar del colegio para comer y allí estaba mi padre enfermo, sentado ante el televisor y me comentó que esperaba saber si le daban la organización de los Juegos Olímpicos a Barcelona. No recuerdo sus palabras, pero, seguramente por la repetición, las que no olvidaré son las de ‘À la ville de… … … Barcelone’. Las que pronunció un hombre que no había visto nunca pero desde ese mismo instante pasó a formar parte de mi imaginario deportivo.

Esa tarde llegue al colegio con toda la camiseta llena de chapas de Barcelona 92, tenia unas cuantas en casa y mi pecho fue de hojalata esa tarde. Desde entonces Juan Antonio Samaranch era para mí el hombre que trajo los Juegos Olímpicos a mi ciudad, quien ayudó a que pasara de ser una ciudad en blanco y negro, a poder vivirla en color, en colores, muchos, de todos lugares, abrirse al mar, al mundo con las excusa de los Juegos, y que hoy se ha convertido en una ciudad para turistas, como si permaneciera en esos 15 días de olimpismo por la ciudad, pero sin los 6 años anteriores donde la implicación i ayuda al ciudadano hayan desaparecido.

Samaranch fue el hombre que hizo que Pasqual Maragall (artículo que ha escrito sobre Samaranch) saltara con una gran túnica negra delante del MNAC, ante le Fuente Mágica de Barcelona, a los pies de Montjuic, la montaña que debería cambiar para recibir a deportistas y espectadores. Luego, con los años descubrí más de la vida de Samaranch, me sorprendiió ver que formó parte de la dictadura franquista, y luego que trabajó en La Caixa. Así que me di cuenta que era un hombre que se arrimaba a quien tenía el poder para su beneficio.

Como en las películas y los libros, que importante es el final, en la vida de los grandes hombres también. Su último gran trabajo, hacer que los JJOO sean un acto que todo el mundo desee realizar, participar y venderse en ellos. Antes de su presidencia en el COI, no era así. Esperemos que el dinero no rompa ese bonito trabajo.

Enlaces a la vida de Samaranch
- La Vanguardia ver
- El Periódico según Pasqual Maragall
-  El País ver
- En memoria ver
- ABC ver
- Público ver