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La justicia no existe, sólo las acciones

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Posted 14 abr 2010 — by Jordi Motlló Borrella
Category Polí­tica

Es curioso lo que está sucediendo en España, la defensa ante una acusación acaba de pasar a ser el ataque, o sea la denuncia, al juez que está realizando dicho trabajo. Esto es lo que le está sucediendo a Baltasar Garzón, llamado juez estrella por su deseo de juzgar los temas más polémicos y peliagudos que el resto de sus compañeros ni inician ni retoman cuando a él le obligan a dejarlo.

Garzón no es un Dios ni nada parecido, al contrario, tiene grandes errores en su trabajo. Algo que es problemático cuando se trata de un juez estrella y cada vez que respira la prensa lo magnifica. En ocasiones sólo un careo, sólo un estudio para saber si hay caso en el que trabajar, los medios ya ven en ello  un juicio multitudinario que va en contra de lo que sea para cambiar el mundo.

Un día decidió ir contra Augusto Pinochet, un dictador que seguía vivo y sin castigo. Medio mundo le aplaudió y el otro medio lo vilipendió. De esta segunda mitad, casi todos sino todos, le decían que se metiera en los asuntos de su país. Al final lo ha hecho, quedaban todos los actos delictivos realizados por la dictadura española del siglo XX pendiente de ser juzgada en la libertad de acción y opinión. Algo que no debería traer más problemas, todos reconocemos que la guerra fue un golpe de estado y los militares españoles tomaron el poder político por las fuerzas y no por los votos. Asesinatos por parte de ambas partes, los ganadores ajusticiaron a los vencidos y ahora la justicia debería reconocer los delitos de los dictatoriales, a pesar que estén todos muertos y no puedan pagar la pena. Lo importante es que España sea capaz de reconocer que vivió una dictadura ilegitima y que surgió de un golpe de estado, que tanto olvidamos.

El hecho que se haya realizado un encuentro para solicitar el buen trato con Garzón y un encierro que van a realizar los agentes culturales de nuestro país para solicitar el buen trato hacia el juez, lo único que hace es dar más fuerza a los falangistas que de repente están de acuerdo con el estado de derecho.