Soy de los que piensa que mejor trabajar solo que mal acompañado. Incluso bien acompañado. Cada día me gusta menos el trabajo en equipo y en general las masas. Pero parece que hay que guardar apariencias y no está bien visto que s prefiera la soledad que la socialización. A pesar de ello hay un personaje en el mundo que lleva aplicando esta doble moral en su empresa año tras año, y castigando si no se cumplen sus deseos, consiguiendo unos beneficios económicos increíbles. Si nombre es Bernie Ecclestone y su empresa la Fórmula 1 de automovilismo.
Este fin de semana dos coches del mismo equipo se han chocado en plena carrera por conseguir la primera plaza de la prueba. Al final de poder quedar primero y segundo y mantener a su equipo claramente en lo más alto del campeonato e individualmente seguir siendo primero y segundo del mundial de pilotos, uno ha tenido que abandonar y el otro ha terminado tercero. Por un lado se premia la individualidad del piloto, él es el vencedor, el que sube a lo más alto del podio, se prohiben las órdenes de equipo. Pero por otro ambos pilotos deben tener el mismo equipo las mismas condiciones y el mismo presupuesto y el mismo espacio para cambiar las ruedas. Realmente no tiene sentido esta dualidad. Si son un equipo porque no pueden ayudarse y no obligarse a competir.
Posteriormente lo mismo ha sucedido con otros dos compañeros de la misma escudería, pero en esta ocasión han hecho el teatro que quiere Ecclestone, hacer ver que se intentan adelantar y posteriormente uno deja espacio al otro. ¿Realmente no han habido ayudas mutuas? No me lo creo. Hay que terminar de definir este deporte, si lo es, de equipo o individual.
Imaginaos en un partido de dobles de tenis que cada uno de los compañeros fuera a su bola como si de un partido de individuales se tratara. Una auténtica locura.