La nube de cenizas ha cubierto otro tema de interés, cuanto menos para mí. La sentencia, o más bien dicho, la no sentencia del Tribunal Constitucional sobre las denuncias realizadas por el Partido Popular sobre el Estatut de Catalunya, que ya está aplicando su texto en la Comunidad Autónoma, pero que sigue en vilo su legalidad o no por culpa de una Constituación española que está caducada y necesita, no un lifting, una demolición y una reconstrucción. Quizá se tenga que avisar a Rita Barberá para ello, que parece que en el tema demolición está muy al día.
No sirve de nada crear leyes que son aprobadas por políticos y pueblo cuando por una simple denuncia se pueden impugnar. No tiene sentido que la justicia, ésta o cualquier otra, tenga una dilación en el tiempo para impartirse que su finalidad ha perdido todo sentido. No existirá un mundo sensato ni ético mientras una pataleta frene el crecimiento de un país y además, no tenga castigo. No puedo crecer si me van poniendo la zancadilla sin que nadie ande hacia delante.