Un año más Sitges toma el relevo inmediato de San Sebastián y previo a Valladolid y Valencia a quien sigueSevilla, un festival que cada año me llama más la atención y todavía no he podido asistir. El evento donde se dan a conocer las nominaciones de los Premios EFA y se pueden ver, si no todas, casi todas las películas nominadas.
Sitges es un Festival de género, que cada día se acerca más al medio siglo tras varios años de dudas sobre su futuro. El intento de quitar esa especialización en terror y fantástico casi consiguió desapareciera el Festival. Acabó por moverlo de Octubre a Diciembre y finalmente se vio lo que los aficionados no habían parado de decir. El único futuro de este festival es mantener su género y especialización en terror, y también en fantástico, que es la parte de la Sección Oficial que permite la asistencia de aquellos que no quieren pasar simplemente miedo y también quieren quedar sorprendidos por nuevas historias, diferentes y un punto imposibles.
Sitges por una parte adelanta unos días, o semanas, películas que llegarán sin duda a la gran pantalla. Un avance a precio de Festival sus entradas, si bien en una gran pantalla y por lo general un buen sonido. Pero sobretodo se pueden ver en las varias secciones que hay en el Festival, cintas que nunca llegaran o llegaron a nuestro país. Ahí es donde los aficionados de verdad consiguen encontrar aquello que desean ver, descubrir y hacerles reír o retorcerse de miedo, cada uno con lo suyo.
Esperando poder pronto volver a ver el King Kong ante las películas, veremos que da de si este festival, quien visita y llena minutos de televisión, páginas de periódicos y bytes de sitios web… o no.