No siempre ser latino puede ser bueno. Hasta hoy (todavía no cuando escribo estas palabras) no se sabe a que hora se va a disputar la última jornada de la liga de fútbol española, supuestamente la más buena del mundo. Mientras que la liga inglesa, la original, la de verdad y donde tirarse al suelo está muy mal visto, saben desde antes de comenzar la temporada cuando se jugará, día y hora. Es un problema grave el de los horarios deportivos en España, porque ayer mismo un amigo no vio el partido de La Penya dado que cambio dos veces de horario y del último no se enteró. Primero te dicen un horario, luego lo cambian y al final ponen un tercero.
Miramos la F1, todos los horarios fijados, el campeonato mundial de motosgp y lo mismo, la NBA otro más. En cambio en España no pasa eso, la ACB acabó cambiando un partido de baloncesto que había puesto una semana antes dado que unos días después GolTV decidió que el fútbol jugaría a la misma hora, y se hacía incompatible para la audiencia tener los dos en el mismo horario, y en lugar de adaptarse el que se pone después, es el débil el que debe moverse.
Todo esto impide a los aficionados poder aprovechar al máximo sus días y complementarlo con trabajo y familia, tanto que se dice de la conciliación familiar. Deberíamos ser más sensatos y organizarnos mejor.