Tras la publicación de “El poder del perro”, el norteamericano Don Winslow se ha convertido en uno de los autores de referencia de la novela negra estadounidense y por extensión de la novela negra universal. De narrativa dura, conocedor en profundidad de lo que habla y escribe, Don Winslow se dio a conocer con esta novela que ahora se edita, en excelente traducción de Oscar Palmer Yánez, en la colección “Rojo y negro”, que dirige Rodrigo Fresán, una de esas colecciones que no deben perderse de vista nunca, porque siempre edita lo último de lo último o recupera, como es este caso, lo imprescindible de los rojo y lo negro, ya que “Un soplo de aire fresco” es la primera novela que publicó Don Winzslow y con la que iniciaba la serie de Neal Carey, un atípico protagonista, mitad criminal mitad justiciero, y en la que, en buena medida, se establecen los fundamentos de la narrativa que posteriormente desarrollaría de forma brillante Don Winlow en novelas tan importantes como la citada “El poder del perro”, “Muerte y vida de Bobby Z”, Salvajes” y “Los reyes de lo cool”. “Un soplo de aire fresco” dibuja, con trazos fuertes, que ya definen el estilo del autor, el inquietante personaje de Neal Carey y el submundo en el que se mueve. Nacido en la miseria y en la marginación, Neal Carey es adoptado por un detective manco que le hace entrar al servicio de una misteriosa asociación de Nueva Inglaterra dedicada a solucionar los problemas de todo tipo de sus millonarios asociados. Pero cuando recibe el encargo de encontrar a la desaparecida hija de un importante senador que aspira a la presidencia de los Estados Unidos, entrará en una situación que le llevará a cambiar el rumbo de su vida. De lectura hipnótica, como todas las novelas de Don Winslow, “Un soplo de aire fresco” abre las puertas de un personaje de una potencia extraordinaria, para que el lector español ya esté pidiendo nuevas aventuras de la saga Neal Carey.