El inspector John Rebus es el gran personaje creado por el escocés Ian Rankin y en “Una cuestión de sangre” vuelve a hacer de las suyas en una investigación que se mueve por muy diversos caminos, pero cuya encrucijada es el asesinato de dos estudiantes y el suicido del asesino. Como en otras investigaciones del inspector Rebus, no puede faltar la presencia de la detective Siobhan Clarke, su fiel compañera, cuyas relaciones siempre están al borde del conflicto pero que son inseparables. Como es habitual en la literatura de Ian Rankin, la trama es densa, compleja, pero apasionante, que poco a poco va envolviendo al lector hasta apoderarse de él, porque los acontecimientos se suceden a velocidad de vértigo. Por otra parte, Ian Rankin dibuja con mano firme una sociedad en crisis, desde políticos corruptos a jóvenes marginados, padres inoperantes, familiares resentidos y policías de todo tipo. Pero por encima todos está la fuerte personalidad de Rebus, sospechoso de la muerte de un delincuente, que tendrá que luchar en varios frentes. Combinando la acción y la investigación con las angustias personales de Rebus y su compañera Siobhan, “Una cuestión de sangre” (el título es la clave de la investigación), es una nueva demostración de la categoría de Ian Rankin como uno de los grandes de la actual novela negra europea.