Hay cuatro nombres fundamentales del cine independiente francés como son Maurice Pialat, Jean Eustache, Jacques Dillon y Philippe Garrel, cuatro autores que han sido analizados y estudiados por la escritora y ensayista burgalesa María Velasco en el libro “El cine independiente francés. Les enfants perdus”, que ha editado Ediciones JC. Se trata de cuatro autores de imposible clasificación, que filman como respiran y que se mueve alejados de la industria cinematográfica, más allá de cualquier tipo de corriente narrativa. María Velasco analiza cada autor, porque no pueden ser encasillados en un mismo contexto, de ahí que su trabajo de investigación sobrepase lo estrictamente cinematográfico para convertirse en un trabajo multidisciplinar. Recordemos que tanto Maurice Pialat como Jean Eustache ya están muertos, el primero en 2033 y el segundo en 1981, que de Pialat en España se ha podido ver “A nuestros amores”, de 1983, y que de Eustache no se ha estrenado nada en salas comerciales españolas, mientras que de Doillon se puede recordar “La chica de quince años”, de 1989, y de Garrel “Salvaje inocencia”, de 2001 y “Los amantes habituales”, de 2004, por lo que el trabajo de María Velasco nos acerca a cuatro grandes desconocidos para el aficionado español, gracias a un estudio en profundidad y un análisis exhaustivo de la obra fílmica de cada uno de los directores y su interrelación con el momento histórico que les ha tocado vivir. Cuatro nombres fundamentales, que nunca han pertenecido ni al cine francés de la posguerra ni al movimiento de la nouvelle vague, por lo que son cuatro casos insólitos de disidencia dentro de lo que es la cinematografía francesa y que deben valorarse, por tanto, dentro del contexto social y filosófico del siglo XX, más allá de las estructuras tradicionales de la industria, por lo que su obra debe incluirse en lo que se entiende por cine independiente.