Cada vez son más los autores/autoras que colocan como protagonista a una mujer detective. Ha pasado ya la época en la que solo los hombres podían investigar y penetrar en zonas de peligro, tanto físico como emocional. Son ya varias las investigadoras que ha dado la literatura anglosajona, incluso la española, pero no abundan tanto en la literatura que se desarrolla en países orientales como Japón o China. De ahí el doble, por no decir triple interés de la autora china Diane Wei Liang (Pekín, 1966), nacida en una remota región de China pero formada en el campo empresarial en Estados Unidos y Reino Unido, y que en la actualidad reside en Londres. “La Casa del Espíritu Dorado” es el tercer caso de la detective Mei Wang, tras “El ojo de jade” y “Mariposas para los muertos” (ambas también publicadas por Ediciones Siruela), y en ella, Diane Wie Liang vuelve a demostrar su magnífica capacidad narrativa y, sobre todo, su habilidad para combinar la historia de una investigación con la realidad, pasada y presente, de la China actual. El personaje de Mei Wang, una muchacha joven, emancipada y luchadora es ya de por sí, un perfecto retrato de la mujer moderna, independiente, comprometida con su realidad social y dispuesta a todo en su diaria lucha por la honestidad y el honor. Junto a la trama que debe investigar, a donde va el dinero de una empresa que fabrica píldora para curar los corazones rotos, Mei Wang debe enfrentarse a su situación labor, a sus sentimientos y al entorno familiar, todo ello con un Pekín que se mueve entre el pasado y el presente, rico y corrupto, pobre y en ocasiones, desesperado. Una novela de fuerte contenido social e histórico, donde la autora no deja nada al azar y sabe coordinar con equilibrio lo estrictamente policial con la descripción de una sociedad en pleno desarrollo pero que sigue arraigada a viejas normas y temores. Mei Wang es ya un personaje que ha pasado a engrosar la galería de grandes investigadores/as que ha dado el género.