#994 - Reducir masa salarial.

 

 

Ya ha salido a la calle el último número del Fotogramas generado con su sede de Barcelona abierta. Su futuro es incierto. Es una marca consolidada y sobretodo, respetada. Un respeto que se ha conseguido gracias a los años y años de buen trabajo. El trabajo de una empresa familiar. Con las dificultades que ello comporta, pero con el prestigio de haber dado las primeras páginas a plumas que se convirtieron en referencia, tanto de la prensa especializada, como de la literatura en general. Entre tanta otra gente, Maruja Torres, Terenci Moix, Jaume Figueras.

Cuando una empresa familiar pasa a manos internacionales, como le ha pasado a Fotogramas, asume el riesgo de perderse. Sea en necesidades económicas, como en su desaparición porque no acaba de ser necesaria su inversión. Pero cuando Hearst Magazines decide en 2011 hacerse con Fotogramas para su colección de revistas, no creo que su intención fuera acabar con ella. Al contrario, le tenía que servir para dar más visión al resto de revistas del grupo. Abrir mercado en un público que seguro no estarían interesados en otras materias, cuanto menos en un primer lugar, de ahí la venta conjunta en tantas ocasiones de Fotogramas con otras revistas del grupo. Cuantas de ellas fueron directamente al contenedor azul…

El problema no es que Fotogramas siga o se desaparezca en papel. Es toda la filosofía de vida, de cine, que se pierde con este cambio, sea el que sea. Porque Fotogramas ha cambiado mucho en su historia, desde su periodicidad,a su formato y por supuesto, a su contenido. Se ha sabido adaptar a los intereses audiovisuales de los ojos que la miran y las manos que la acarician. Adaptarse a las nuevas formas de consumo, crear una página web, no es ni delito ni problema. Dar salida a través de las redes sociales de los reportajes, no es pervertir la revista. Es inteligente conseguir complementar ambos elementos. El contenido en papel no tiene porque matar el digital ni viceversa. Las noticias diarias del mundo del cine permiten que exista desde hace años Variety. Esperar un mes entero para que Fotogramas de la noticia ya no tiene sentido en nuestros días. Pero poder disfrutar de los reportajes y las entrevistas en su formato de siempre, de las columnas de opinión, de las cartas de los lectores en la revista, nos permite disfrutarla a lo largo de cuatro semanas.

Decidir que sólo debe quedarse una de las dos opciones es perder la esencia, sobretodo cuando se decide dejar viva sólo la web. Cuando todavía hoy, no hay una buena hemeroteca digital en ningún medio. Lo que si permite una revista. La posibilidad de mantener el error, de ordenar por meses, por páginas. En la red, la búsqueda directa es fácil. La navegación cronológica y con cierta estructura, como sería una revista, que le da un sentido, más complicado. Llegará, seguro que llegará, pero hasta entonces, matar la esencia de Fotogramas, está siendo matar una parte importante del cine.

Seguro que las personas que tengan el reto de revivir nuevamente Fotogramas lo harán lo más profesionalmente que puedan. Han dicho que se encargarán de ella parte de la redacción de otras revistas del grupo. Seguramente muchas de esas personas disfrutan del cine. Pero cuantas de ellas habrán seguido la carrera de ciertos cineastas, cuantas habrán crecido haciendo cola para hacer junkets, o habrán podido tener largas entrevistas con grandes nombres del séptimo arte, y haberlas aprovechado, porque conocen el cine, no sólo lo han amado durante su vida, lo han sentido, ha sido parte de su esencia como persona. Lo veremos en breve, estoy seguro, y ya lo vemos, en tantos otros medios en los que aportan su saber.

Decía Raimon en una canción de hace algunos años que “Qui perd els origen, perd identitat” (Quien pierde los orígenes, pierde identidad). Cuantas cosas del pasado de este país vuelven a ser noticia. No me extrañaría que algún día la nueva Bíblia del Cine vuelva a tener su sede en Barcelona. Ya queda un día menos.


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