#891 - Donostia is coming.

 

 

Esta semana hemos conocido el Premio Donostia para Sigourney Weaver, que como en los últimos años en San Sebastián, se aprovecha la promoción por Europa de una estrella internacional de su última película, para hacerla pasar en el Festival de San Sebastián gracias a la entrega de este premio.

En esta ocasión se trata de la película de J.A. Bayona, Un monstruo viene a verme, que se presentará en la Sección Oficial fuera de concurso la culpable de este hecho. Será, eso si, el estreno europeo, según ha informado el director. Por lo que apunta que su estreno mundial será en el Festival de Toronto, Que acaba justo dos días después de que se inicie San Sebastián. El nuevo y duro rival con el que también tiene que luchar este siglo XXI además del ya habitual Festival de Venecia.

No es fácil preparar el Festival de San Sebastián en cuanto a programación se refiere. Está situado en un espacio extraño en el calendario anual y de premios. Metido justo en el inicio del otoño, el Festival de Venecia acapara los títulos comerciales de la vuelta del verano, y por su capacidad turística y mediática, también la de los nombres más conocidos. Las fotografías en los canales llaman a toda la prensa. A pesar de que Venecia, desde hace ya algunos años, se haya quedado sin cine permanente. Muchos turistas y pocos espectadores reales.

Por un lado el cine francés, cercano y de calidad que no deja de producir cintas interesantes todo el año, es un bastión fuerte en Donosti, también el cine oriental, que precisamente por el interés de lo galos hacia la cultura mundial, tiene una puerta de acceso grande a Europa a través de ellos. Por supuesto el cine español. Muchos cineastas que desean llegar a tiempo para los Goya buscan un espaldarazo publicitario gratuito a través de su presencia en competición en Donosti. Si además llega acompañado de algún premio, más fácil el camino. La lista de los últimos años es larga. Pero en cambio las estrellas de Hollywood, que nos guste o no son las que llenan portadas y horas de televisión, radio y clics en la red, cuesta traerlas.

Los buenos gourmets si que aceptan de grado pasar por San Sebastián si se les asegura el paso por una, dos, o tres mesas de la gran cocina vasca. Si eso no es suficiente, un buen Premio Donostia acaba por animarlos. Después de su paso, el buen trato que ofrece el equipo humano del Festival, todos vuelven a casa encantados. Muchos dicen que ya vienen conocedores del trato y la comida que se puede disfrutar. Así que es posible que haga falta acabar de llenar las barrigas de los productores.


Puedes comentar a través de tu perfil de facebook