#804 - El continente mínimo

 

 

Y hace unos días que la EFA nos ha acabado de dar a conocer la lista de nominaciones de los Premios EFA de este año. Se entregarán en Riga el 13 de Diciembre e 2014, en su habitual intercambio de ciudades europeas intercaladas entre Berlín y la siguiente protagonista. La lectura de nominados ya es habitual que se realice durante el Festival de Cine Europeo de Sevilla, y este año ya se ha mencionado la intención de que en breve una de estas sedes alternativas a la capital alemana sea la capital andaluza. Más de uno y de dos cineastas nórdicos estarán encantados de cambiar el frío berlinés por uno más apetecible como el sevillano, seguramente mucho más apetecible y fácil de llevar. Si se ponen a elegir seguramente la mejor opción es esperar a un año Almodóvar, con el que asegurarse por doble la repercusión mediática de la prensa local, que sin presencia del cine local dejan estos premios, todavía, pero no por mucho, en un tercer o cuarto plano.

Este año destaca la capacidad de variedad del cine seleccionado entre las diversas categorías. Y entre las películas seleccionadas como mejor cinta está la que ha obtenido mayor número de nominaciones, se trata de la cinta polaca Ida, que pasó con muchas discreción por las pantallas y de momento no está en VoD para ser recuperada. Una cinta en blanco y negro de poco más de una hora. En contraposición perfecta de ésta, el siempre interesante Lars Von Trier, que ha conseguido nuevamente estar nominado por su dupla de Nymphomaniac, en la versión del director. Demasiadas opciones de películas para una única historia. Esta en color, con gran presupuesto, promoción y que consiguió aparecer en muchos medios en su estreno navideño de hace casi un año. Durante la duración de ambas películas podríamos llegar a ver hasta cinco veces Ida.

Del resto de nominadas nos quedan por ver Force Majeure y Leviathan, mientras que Winter Sleep estrenada hace pocas semanas, también pasó sin mucha atención mediática y por consecuencia, de público. Los Festivales son habitualmente los encargados de dar a conocer el cine menos comercial. El que busca supuestamente el cine de calidad, artístico, frente al cine más comercial y de masas que cada semana llenan las salsas, o se espera. En cambio premios como los EFA, para llegar a más público, deben conseguir que sus películas también tengan ese punto de éxitos. Los años en los que se consideraba que Harry Potter era una producción británica, no estuvo nominada a Mejor Película, gran error, uno o dos titulares más hubieran conseguido. Es cierto que los académicos son libres de votar a quien deseen. Pero cuando ya la lista de películas seleccionables está tan reducida, acaban pesando los premios y reconocimientos previos a los que puedan venir.

Luego la inercia de nominar en el resto de categorías lo mismo que encontramos en Mejor Película. Es una opción pero quizás no la mejor. En esta ocasión, curioso, por ejemplo, no estar Von Trier en la dirección, en su lugar aparecen Steven Knight por Locke y Paolo Virzi por Il Capitale Umano. Curioso sobretodo porque la nominada a Mejor Película es la versión del director.

Hay ganas de saber que sucederá en Riga en menos de un mes. Como será la ceremonia. La fiesta del cine europeo. Como conseguirán alargar el evento a pesar de los pocos premios y de cuantos de ellos ya están decididos. Una lucha entre llegar al público y seguir haciendo una fiesta para los propios cineastas. El equilibro difícil, cierto, pero que en los últimos Gaudí, gracias a una huelga de última hora, se consiguió. Como dijo aquel sabio en una prueba de micro, a veces cuanto peor es mejor.

 

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