#1108 - Movies Makes the World Go Round.

 

 

Por modificar el título de la canción de Cabaret cono Liza Minelli. Porque ahora el cine ayuda a ver que el mundo sigue girando. Más allá de las dificultades sanitarias, lógicas de una pandemia, pero con los avances que se disponen en el inicio del siglo XXI, ya podemos dar por hecho de la existencia de vacunas que nos evitarán seguir cambiando hábitos y libertades conseguidas durante años, y volver a poder decidir. Si es que esas vacunas no las frenan, como algunos países quieren hacer, viendo que es mucho más agradable tener a la gente controlada y sin viajar y abriendo mentes. Seguro que saldrán artículos y columnas que servirían para buenas películas conspiranóicas.

Venezia la semana pasada, San Sebastián esta. Los grandes festivales no han querido parar. Sólo Cannes, en plena expansión del virus, no tuvo otro remedio que dejar guardada su alfombra roja. Su selección se llevó el sello de reconocimiento de Cannes, y sus películas ya han tomado otros caminos, en otros festivales, y sus carreras comerciales. Precisamente Cannes, el festival que no ve con buenos ojos la oportunidad de la distribución masiva del cine en plataformas en su estreno. Y ha sido, para muchos pequeños festivales, la oportunidad de no morir. Festivales que de ser un espacio para unos centenares de aficionados puntuales, en una ciudad, en una provincia, con un público potencial muy reducido, ver de golpe ampliado su exposición amiles de personas, si no millones, y conseguir unos números de espectadores que de otra manera no hubiera podido conseguir.

Las puertas de lo virtual les ha permitido crecer. Se han dado a conocer, aprovechando la situación, y para la siguiente edición, quien dice que no habrán creado nuevos aficionados a ese genero, a ese estilo, a esa cinematografía especial que convertía esos festivales en pequeños, pero que al final, se han hecho grandes al abrir el foco del público al que puede llegar esas películas.

Venezia y Donosti son presenciales. Son Festivales A, los grandes. Si se hacen deben realizarse con toda pompa y circunstancias, no pueden convertirse, con todos los respetos, pero siendo realistas de dónde está cada uno, en un festival en internet sin más. Estos dos grandes festivales, junto con el sinfín de estrenos que ya, por fin, parecen llegar cada semana, con menos cambios de agenda que hace sólo 3 meses, puede hacernos creer que el cine mueve al mundo.

Al menos una parte la mueve. Porque del cine se han generado sinfín de creencias, de hábitos, e incluso de errores y de falsas realidades que ahora cuestan de desmentir. De estas últimas el inicio de Ciudadano Kane, que hace imposible el resto de la película, la frase de Rosebud se dice en soledad. La falsa realidad que crea el cine, el atentado a Carrero Blanco, utilizando las imágenes de la película Operación Ogro durante años en los reportajes periodísticos, ha creado en mucha población, la falsa realidad, de que el atentado fue filmado.

El cine mueve al mundo. Y ahora que se había parado, el cine, y el mundo, hacía falta que alguien empezara a hacerlo rodar. Y ya se está rodando.