#1079 - El mayor estreno de la semana.

 

 

De entre todas las películas que llegan esta semana al público, la más importante vuelve a aparecer a un click de distancia. En esta ocasión es filmin la que salva un error histórico y convierte en estreno, lo que ahora podemos considerar que fue un pre estreno en 1960. El Cochecito de Marco Ferreri es la cinta que la censura prohibió exhibir tal y como se había decidido mostrar. Pero sin criterio artístico, la única opción para poder estrenarla era cambiando el final. Así la cinta escrita por Rafael Azcona ha estado mostrándose en un formato de trabajo hasta que en el pasado Festival de Sevilla donde se homenajeó a su productor Pere Portabella, se mostró el trabajo final. El que se preparó entonces. Y que hoy, pensando que ya tenemos libertad de expresión, podremos ver.

Situaciones como esta hacen grande las plataformas. Esta es parte de su utilidad. Producciones perdidas que son recuperadas, o versiones finales que se han prohibido. De hoy o de hace años. Porque el miedo, la censura y peor, la auto censura siguen existiendo y nunca morirán. Hoy filmin nos ofrece, nos regala El Cochecito. Siempre es agradable poder viajar en el tiempo con el cine. Una de las situaciones que más me sorprenden es que se considere normal la lluvia en las películas antiguas que se ven en las Filmotecas. Las digitalizaciones están comenzando a evitar estas situaciones y a pesar de lo que digan, será lo más parecido posible a lo que sucedió en el día del estreno.

Lo que nos sucede con El Cochecito no es exactamente que podamos verla como en su estreno, mejor todavía, la podemos ver como la imaginaron sus creadores. Porque muchas veces la película final no es la que desea el director, de ahí que hayan surgido tantas ediciones del director. Porque al final, quien pone la pasta decide. El productor es quien acaba decidiendo como quiere la película con una decisión donde predomina el deseo de que carrera le quiere dar a esa película. Una carrera de premios de Festivales o Académicos, o bien una carrera comercial. Su formato, su puesta en escena, promoción y final pueden acabar decidiendo su futuro.

Cuantas versiones de las películas puede haber, pues seguramente tantas como cineastas que la toquen. Pero si se ha realizado sin presiones políticas, la que llega a las salas es la que debemos considerar como película original. El Cochecito nunca pudo ofrecer su película original. Hasta ahora. Pero a nivel histórico, es necesario que podamos mantener la falsa película. Igual que la apariciones de las plataformas nos permiten estos renacimientos cinematográficos. También deben permitirnos vivir la falsa realidad de la censura.

Cada día menos razones para criticar la existencia de las plataformas. Sin ellas no habría habido opción de ver auténticamente El Cochecito.