#1056 - Mezclar deporte y política.

 

 

En los espacios con curiosidad intelectual suele suceder que se mezclan ideas. La convergencia de temáticas puede llevar a nuevos niveles de conocimiento. El cruce de conocimientos puede llevar a mayores descubrimientos y mejoras en la vida. Pero también eso quiere decir que la sociedad evoluciona con ellos. Y no todas las sociedades, o mejor dicho, las fuerzas políticas, lo sustentadores del statu quo, desean los cambios. Esos que se creen todo poderosos siempre que alguien les cuestiona, pregunta o presenta una idea diferente a la suya, la intentan desacreditar creyendo que nadie puede opinar de política.

Lo hacen con deportistas. Lo hacen con estudiantes. Lo hacen con cualquier profesional de la salud y de la educación. Y por supuesto lo hacen con cualquier disperso del mundo cultural. No se puede mezclar deporte y política es una de las desea más habituales. Cuando luego esos mismos deportistas acaban defendiendo la federación de su país, que queda escondida en el himno, la bandera y los políticos del país. Y de la federación no queda más que la constante demanda de pedir más dinero cada año.

Y es que la sanidad, la educación, el deporte y la cultura, deben vivir gracias a la gestión pública de los políticos. Los impuestos que se pagan deben ir a estos servicios entre otros. Y como la administración pública, o sea, las decisiones de los políticos, están llenas de decisiones personales, al final estas acaban siendo decisiones políticas y no técnicas. Por lo que estos, los políticos, son los primeros que se meten en temas que no les toca. Que luego aparezcan manifestaciones pidiendo más dinero, es lo más lógico. El único sector que no se queja es el militar. Lógico. Tienen el poder de las armas. Si no les pagan lo que desean no hacen una manifestación. Hacen un golpe de estado.

Con tantas mezclas al final la cultura no quiere hablar de justicia. Con los grandes títulos judiciales que hay en la historia del cine. Pero querer ser tan políticamente correcto ha hecho que aquellos que vieron la última entrega de La casa de papel nada más salir, no pudieron ver la serie completa. En dos de sus episodios decidieron eliminar las escenas en las que aparece una persona que estaba en un juicio. No había sentencia. Pero Netflix decidió sentenciarlo preventivamente. Ahora que el caso ya ha sido archivado, las escenas con Neymar aparecen en esos episodios.

Que sucederá si un día alguien denuncia a Álvaro Morte. Se abre instrucción y... pasan ocho años hasta que haya resolución. Nos perderemos muchas escenas de La casa de papel. O se supone que ya no podemos ver más veces Shakespeare in Love o American Beauty, ganadoras del Oscar. O cuando se ponga en tela de juicio la manera de actuar de los grandes magnates y estrellas del Hollywood dorado y se vea que no eran tan glamurosos, es posible que entonces se decida eliminar esas filmografías de la faz de la tierra.

Sea crea un nicho de mercado. Plataforma con todas aquellas producciones donde alguna persona ha hecho algo feo o ilegal, y a pesar de trabajar muy bien, ninguna otra plataforma quiere ofrecer esa producción. Aunque habría que ir buscar otro título. Algo como Los Feos Nunca Mueren.

Que bueno es mezclar... con política, no entre el resto.