#1021 - Los límites del éxito.

 

 

Como medir el éxito de una película puede ser complicado. Varias opciones para ello. Número de entradas vendidas. Es el más fácil, muy claro. A más entradas más éxito. Pero no tiene eso porque decir que la película guste. Por lo que otro valor numérico que puede indicar si la película ha sido exitosa son los premios. A más premios mejor valoración puede tener. Pero igualmente puede ser aplaudida por crítica y olvidada por el público. Las audiencias de televisión son un buen medidor de la aceptación de una película. Raramente hay nuevos ojos que la miren, y es una muestra del placer que pueda tener la gente para volver a ver esa historia. Un caso claro en nuestras pantallas es el de Pretty Woman. Si hace ya semanas que no destruye audímetros, durante una década consiguió hacer subir la media de una cadena en momentos de malos resultados de audiencia.

Hoy en día existe otra manera de medir el éxito de una película. La capacidad de imitación que los espectadores pueden realizar para mostrar su empatía con la película. Ahora recomendarla ya no es lo normal, se trata de intentar convertirse en el protagonista de la película. No es algo nuevo, cuantas criaturas vemos disfrazadas de superheroes o de su personaje favorito. Pero son criaturas. Siempre les decimos que su disfraz no vuela ni se tiren por la ventana. En cambio cuando son los adultos quienes se disfrazan, se da por supuesto que saben que la capa que se ponen no sirve para volar... pero no.

Conseguir que los retos de las redes sociales utilicen una película para ponerse en peligro, es otra muestra del éxito de la película. Hace unos meses lo fue un videoclip que hacía andar a una persona al lado de un coche en marcha, y ahora lo es quienes quieren imitar a Sandra Bullock en A ciegas. Si rubor y con menos miedo del que deberían, la gente se tapa los ojos y decide hacer su vida diaria sin miramientos. Ahí vamos, marcos de pierta en mitad de la cara, planchas en la manos, jarras de agua vaciadas en los pies... y cualquier otra locura que se quiera imaginar.

Es una película que se puede ver en Netflix. Al igual que Roma. La cinta de Cuarón no ha conseguido ningún reto social. Pero esta siendo aplaudida por crítica y no tanto por público. Una vez vista la película, las opiniones son dispares. Ambas han conseguido su éxito. Sólo la película de género ha permitido a Netflix lanzar un comunicado de prensa informando del gran número de reproducciones que ha tenido en su primer fin de semana de estreno. No sucedió con Roma, seguramente tendrá más reproducciones en la larga distancia, cuando lleguen las nominaciones a los Oscar, cuando se vaya consolidando como una película para conservar en las videotecas de lo que hay que ver. Si aguanta el paso de los años, será Roma la cinta que se recordará y no tanto A ciegas.

Una muestra que es bueno realizar producciones para todos los gustos. Tanto para plataformas como pensando en la gran pantalla. Cuando hay diversidad de películas es más fácil conseguir el éxito en varios campos, público, crítica y premios.