#1004 - El inicio de una gran amistad.

 

 

Epi y Blas son pareja. Puede ser una gran noticia o la confirmación de que las amistades llevadas durante años puede convertirse en algo más. Pero la supuesta sorpresa es que sean dos muñecos que sean pareja. Bien, de hecho, en lo que muchas personas han querido dejar su impresión, es que son dos hombres. Sí, dos muñecos de felpa que representan dos hombres. Y el grito en el cielo. Que su guionista haya reconocido que utilizaba situaciones de su vida para generar ambos personajes, el serio y el bromista, el ordenador y el desordenado... ha acabado por enfurecer a algunos, que reciben mucho eco, pero por suerte cada día es alguno menos.

En la vida artística las segundas lecturas, esconder algunas cosas en otras. Es lo más normal. Buscar aquello que está prohibido para incluirlo. Crear la duda en el espectador ávido de algo más que la simplicidad. Lectoras dobles con la situación real, aunque hay casos en la que no hace falta engañarse ni esconderse. En ocasiones hace falta ir de cara como hizo Charles Chaplin cuando creo El Gran Dictador, que por cierto, sería muy bueno que se viera más. Sólo en una plataforma está disponible, parece ser. Poco para que sea de visión obligatoria.

El final de Casablanca también dejaba abiertas puertas que muchos comenzaron a buscar más allá de la simple amistad que se indicaba. El final de Con faldas y a lo loco era bastante más directo con ese ‘Well, nobody’s perfect’. Y sólo cuando los creadores lo deseen y lo expliquen los significados más allá de lo mostrado en su obra, es cuando podremos dejar de especular. Pero que rico, intelectualmente hablando, es poder diseccionar cada personaje e ir más allá de la primera lectura. Pero al final, deberemos aceptar, nos guste o no, la elección del creador, que sea la que habíamos pensado o imaginado, o no, debemos aceptar que es la lectura real. Y ya no quedan más comentarios de opinión posible.


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